Poco a poco voy viendo al actitud de Arno. Para ser mi primera acogida, he tenido suerte
Arno tiene 8 años. Se nota que ha estado viviendo en una casa ya que sabe moverse bien dentro del hogar.
Se porta muy bien y es muy tranquilo, incluso en el paseo. Claro está, que una de las cosas que ha hecho en casa es marcar un poco su territorio, jeje, levantando la pata y meando en una de las paredes pero, bueno, es normal que marquen su territorio. No lo ha vuelto a hacer :)
Otra de las cosas que noto que Arno ha estado un tiempo viviendo en la calle es que, cuando vamos paseando por la calle huele la comida que ha caído de la basura a distancia. Empieza a tirar y tirar hasta que me doy cuenta que hacia donde me lleva es a esos desperdicios de comida caídos al suelo con intención de comerlos.
El pobre, todavía (y es normal), tiene esa idea de que no sabe cuándo va a volver a comer y es puro instinto de supervivencia. No se ha hecho a la idea de que no va a tener que volver a comer de la basura porque, mientras esté de acogida conmigo, tendrá su comida cada día. Al igual se su bol con agua fresca, sus chuches cuando se porte bien y su camita para dormir.
Me encanta llevarlo a un parque grande que hay cerca de mi casa donde puede olisquear el césped, hacer la croqueta, espantar a las palomas y conocer a otros perretes.
Otra de las cosas que he observado, es que le deben de haber pegado. Cuando levanto la mano para acariciarle, tiene ese gesto de apretar los ojos y agachar un poco al cabeza como si estuviese esperando un golpe y no una caricia. También huye de la escoba.
A pesar de todo esto, es un perro muy cariñoso y dócil. Se deja coger bien, se relaciona bien con otros perros y es huidizo con los hombres pero cuando viene un amigo a casa, al principio está un poco distante pero al ver que yo estoy relajada, Arno empieza a relajarse y a confiar poco a poco, y si no…
¡Mirad qué agustito está acurrucado conmigo en el sofá!
Aprende rápido ¡Es un perro genial!
Silvia
Mi vida como casa de acogida 