casa de acogida

Y llegó el día…. ¡Arno ha sido adoptado!

 

 

 

Pues sí, ¡Arno ha sido adoptado! y es una noticia muy buena pero sabéis que a la vez es una noticia que me entristece por separarme de él. Pero bueno, es que lo importante no soy yo ¡es él! pero voy a comenzar por el principio.

Ayer me llamó P. para decirme que había contactado con un chico que se había interesado por Arno. Tenía ya una perra (también adoptada ¡bien hecho!) y le gustaría ir aumentando la familia con la adopción de otro perro.

En este caso y siendo la primera vez que me enfrentaba a esto, por la cabeza se te pasan mil cosas. Yo soy una persona bastante protectora, así que, pensé que a ver si era la persona indicada para Arno y si lo iba a cuidar bien. NO dudo de los procesos de seguimiento y elección de adoptante por parte de Nueva Vida Adopciones pero… yo me quedo más tranquila si conozco al adoptante y así fue.

Me llamó P. y estuvimos hablando. Normalmente, al tener yo al perro en cuestión, el adoptante contacta conmigo para quedar y que él pueda ver al perro y poder valorar si hay buena energía, algo que me parece genial porque a veces se adoptan sin conocer o haber interactuado con el perro y después, una vez en casa, se ve que nos son compatibles por cualquier cosa y devuelven al perro a la protectora para iniciar otro proceso de adopción y eso es ir mareando al animal. ¡¡Hay que ser responsable!!

Así que, me puse en contacto con J. y quedamos para el fin de semana para que conociese a Arno.

Es un chico muy majo y me dio mucha confianza, además, trajo a su otra perra y pudimos ver cómo se llevaban Arno y ella y por lo que vi, se cayeron bien. :)

Quedé con J. es que se lo llevase el fin de semana y viese qué tal estaban todos y, sobretodo, Arno es su nuevo hogar.

El domingo por la tarde, quedé con J. y fui a recoger a Arno aprovechando que no vive lejos de donde yo trabajo, así que, allí que me fui a por él. Estuvimos hablando y todo había ido bien: paseo por el parque, la relación entre ellos, cómo se había sentido Arno dentro de su nuevo ambiente y… me confirmó su intención de seguir hacia delante con la adopción de Arno.

El lunes por la mañana hablé con P. para informarle de lo que había hablado con J., algo que me gusta es que P. me pregunta mi opinión sobre cómo he visto al adoptante y cuál es mi impresión. Ya no sólo participo como voluntaria siendo casa de acogida sino que, siento que se me tiene en cuenta y se me pide opinión. Te hace sentir aún más parte de todo este proceso.

El martes ya vino J. a por Arno y fue muy triste para mí despedirme de él pero me quedo tranquila sabiendo que se va a su nueva casa donde va a estar genial. Genial de verdad.

En otro post hablaré sobre este proceso de despedida. Esa montaña rusa de emociones de tristeza por despedirte de ese perrete y la alegría de saber que va a su nueva y mejorada vida.

Como comenté al principio de este post, al final, yo no soy lo importante, lo importante son los animales y esto lo hago por ellos.

Así termina mi primera experiencia como casa de acogida.

Un abrazo,

Silvia

Deja un comentario